Hay que pasar hambre
para adelgazar
la mente de prejuicios.
Ser Dios en la tierra no
es demasiado imposible
y por decreto es asumible
el morir un poquito por ello.
Las noches pasan entre coches,
verguenzas y claridad.
La paradoja que es la claridad mental
entre las sombras de la noche.
Puedes sentir el latido en tu cuerpo
puedes elegir correr o descubrir.
De hecho, no deberías elegir.
En el lecho es donde las cosas van mejor,
todo es vano y no hay lugar para la discursión.
No hay lugar ni para ti ni para mí.
Es el lugar donde todo cobra sentido
y estos datos acaso inconexos conforman la palabra.
¿Dónde vas?
sábado, 19 de marzo de 2011
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