sábado, 19 de marzo de 2011

luces cronocturnas.

Hay que pasar hambre
para adelgazar
la mente de prejuicios.

Ser Dios en la tierra no
es demasiado imposible
y por decreto es asumible
el morir un poquito por ello.

Las noches pasan entre coches,
verguenzas y claridad.

La paradoja que es la claridad mental
entre las sombras de la noche.

Puedes sentir el latido en tu cuerpo
puedes elegir correr o descubrir.
De hecho, no deberías elegir.
En el lecho es donde las cosas van mejor,
todo es vano y no hay lugar para la discursión.

No hay lugar ni para ti ni para mí.
Es el lugar donde todo cobra sentido
y estos datos acaso inconexos conforman la palabra.

¿Dónde vas?

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