lunes, 7 de junio de 2010

condicionales.

Diríase que me libré del primer asalto, no sé si bien o mal, pero casi sin quererlo.
Diríase también que tengo una flor en el culo, de esas que tenemos de vez en cuando todos los tontos.
Diríase de hecho, que soy un tonto con suerte,con mucha suerte.
Diríase que me suicido y revivo cada día, en un intento de darle emoción a la cosa.Y sigo teniendo suerte.
Diríase a su vez que me reinvento a cada minuto y a cada segundo, en un intento inútil, de intentarlo, conseguirlo y determinarlo.
Diríase que no se el qué, quizás, ni me interese saberlo.
Diríase que este es mi año, que cuando menos lo esperas es cuando aparece.
Diríase que ni Dios daba un duro por mí, y yo,hoy todavía, sigo dudando.
Diríase que cuando aparece, no lo aprovecho, ni puedo, ni quiero.
Diríase que yo no me esperaba tanto, que ni yo soy consciente del momento en el que vivo, ni del momento pasado, ni del momento futuro.
Y que vendrá como viene el otoño, con hojas marchitas flotando por la avenida, con un color dorado que lo empaña todo, con el silencio del verano volando sobre el ambiente.
Diríase que no sé vivir sin esa sombra detrás, sin ese latir violento del corazón azotando un pecho cada día más oprimido, sin esa nuca erizada por la brisa del olvido.
Sensaciones.
Y cada día y cada día y cada día, la sombra esta ahí, cada día y cada día y cada día
Diríase pues, que no sé vivir sin ella.

miércoles, 2 de junio de 2010

Cadenas de montaje

"Somos máquinas, estampadas como tapones de botella. Es una ilusión ésta de que existo realmente, personalmente. Soy sólo un modelo de serie."

La cobardía del ser humano se intuye ilimitada.
Serían las 8:00 y el tren traqueteaba con cierto compás, compás somnífero, pues entre el poco dormir y el cansancio acumulado durante toda la noche, movida noche, los ojos se iban rindiendo como sin quererlo...el sol daba la murga pero poco importaba, las cabezadas se sucedían una detrás de otra y aún más al pensar en el todavía largo trecho por recorrer hasta pillar la cama.
En esas estaba yo, amodorrado (y acomodado) en Getafe Industrial, y haciendo honor al nombre, vi al echar la protocolaria mirada al exterior, un inmenso mar de coches:
coches blancos,coches negros, coches azules...
Estaban agrupados de tal manera que estaban todos en fila con los de su mismo color, es más, la sensación no era de " coches blancos con coches blancos" " coches negros con coches negros" sino que me pareció que esos coches no habían sido hechos con el propósito de dar al consumidor a elegir el color que mas le gustase, todo lo contrario, coches blancos, coches negros, todos iguales, el mismo coche con distinta carcasa, la misma carrocería pero simulando individualidad, simular la indivualidad para arrancar esa individualidad de la persona, dije -joder, está todo montado- y lo que es peor, está montado de puta madre.
Ahí es donde entra la cobardía del ser humano, cada día más coches que conducir, más ropa que ponernos,más dinero que gastarnos,más canales de televisión...Y tú, cobarde, te los tragas todos.
¿Son cosas mías coleguita, o está todo montado de putísima madre?