martes, 29 de marzo de 2011

génesis del miércoles.

Arda todo.

La lluvia, las nubes, ardan las colinas,
ardan tus fotos, tu ojos, ardan todos en fila.

Ardan el sol y la luna, mi mundo, arda
contigo, ardan las flores, los niños.

Ardan los perros, ardan los ángeles,
ardan los arboles, mis anaqueles.

Arda la vida, ardan los libros del mundo,
arda yo, y con él, arda mi sueño infecundo.

Los edificios sean ceniza, ardan como el deseo ya extinto.
Arda el minotauro y con él su laberinto.

Ardan las esquinas, los esquimales,
ardan las olas, los manantiales.

Ardan los complejos, arda tu reflejo.

Arda yo, que lo he prendido todo.

sábado, 19 de marzo de 2011

luces cronocturnas.

Hay que pasar hambre
para adelgazar
la mente de prejuicios.

Ser Dios en la tierra no
es demasiado imposible
y por decreto es asumible
el morir un poquito por ello.

Las noches pasan entre coches,
verguenzas y claridad.

La paradoja que es la claridad mental
entre las sombras de la noche.

Puedes sentir el latido en tu cuerpo
puedes elegir correr o descubrir.
De hecho, no deberías elegir.
En el lecho es donde las cosas van mejor,
todo es vano y no hay lugar para la discursión.

No hay lugar ni para ti ni para mí.
Es el lugar donde todo cobra sentido
y estos datos acaso inconexos conforman la palabra.

¿Dónde vas?

jueves, 10 de marzo de 2011

.

Las manos del muerto son
rojas, son blancas, y son frías y
agrietadas.

Lamentan el paso del tiempo,
lamentan haber vivido,
y lamentan haber perdido.
Las manos del muerto
caminan en pasillos lóbregos,
en mares muertos,
en trenes que vomitan.

Los monstruos de metal
las albergan y no las dejan salir.
Yo las miro y me miran
y no me dejan vivir.

El viento es su transporte,
el viento antiguo de los siglos.
La izquierda tiene un corte,
la derecha no me importa.

Juntas son negras,
como sus días.
El sol ya no las quema,
el calor ya no existe
como sus noches.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Laberintos.

Yo habito aquí
Yo soy aquí
Yo permanezco aquí,
pero no estoy.

Es lo dicho lo que no
refleja nada.

Las costumbres
serán derribadas
por los siglos
de la muerte.
Bendito aquel
que tenga suerte
de estar en el lugar
equivocado.
Y malacostumbrado

¿Y dónde estoy?
¿Y cómo estoy?
Estoy donde nadie,
y donde tú.
Estoy como nadie.
Soy nadie.
¿Y tú?

Hay habitantes empezados,
seres completamente incompletos
roídos por la sangre secular,
y seres capaces de dar
su existencia por un trozo de cielo.

Que sacrificarían
todo lo sagrado,
lo falso, lo verdadero,
lo finito.
Por ser la brisa en el mar.

Y yo,
que no soy nada,
sacrificaría el mundo
por ser el tuyo.